1 comentario:

Anónimo dijo...

No he visto fotos del Camino de Santiago que reflejen con tanta autenticidad el día a día del peregrino como lo hacen las tuyas.
Gracias porque, cada mañana, contemplando tus fotografías, me escapo de mi oficina y vuelvo a recorrer El Camino. Y casí, casi, puedo sentirla mochila en mi espalda, y el viento en mi cara.

Gracias de nuevo.